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Cómo Invertir sin Perder la Camisa: El Método 70/30

Invertir en tecnologías emergentes puede sentirse como lanzarse a un mar de incertidumbre con la esperanza de encontrar un tesoro (o como navegar con un detector de metales). Ahí es donde entra en juego la estrategia 70/30, un método diseñado para minimizar riesgos y equilibrar seguridad con oportunidades, maximizando el potencial sin perder la cabeza en el proceso. Veamos cómo aplicarla en inteligencia artificial (IA), blockchain y computación cuántica.


Ilustración minimalista de la estrategia 70/30 en inversiones tecnológicas. Representa el equilibrio entre inversiones seguras en IA, blockchain y computación cuántica (70%) y apuestas innovadoras de alto riesgo (30%)


¿En qué consiste la estrategia 70/30?

Este enfoque de inversión se basa en asignar el 70% del capital a activos relativamente seguros y el 30% a apuestas más arriesgadas pero con alto potencial. La clave es encontrar el balance adecuado para que tu portafolio crezca sin depender exclusivamente de promesas futuristas. Esta estrategia permite reducir la exposición a la volatilidad extrema mientras se participa en sectores innovadores con grandes posibilidades de crecimiento.

El 70%: La base segura

Esta parte de la cartera debe centrarse en empresas tecnológicas consolidadas o fondos diversificados que incluyen innovación. En el caso de la IA, esto podría significar invertir en compañías como Microsoft, NVIDIA o Alphabet, que ya están liderando el sector. También es recomendable considerar ETFs tecnológicos que incluyen varias de estas empresas y permiten diversificar sin necesidad de gestionar múltiples inversiones individuales.

En blockchain, la opción más estable es asignar fondos a ETFs de criptomonedas o invertir en empresas que desarrollan infraestructura, como Coinbase o empresas de pagos digitales que utilizan blockchain. También se pueden considerar plataformas que ofrezcan servicios basados en blockchain para la banca o la ciberseguridad.

En computación cuántica, la seguridad se encuentra en gigantes tecnológicos como IBM o Google, que llevan la delantera en este campo. Además, algunas compañías de semiconductores están explorando la integración de computación cuántica en sus modelos de negocio, lo que puede representar una inversión estable con exposición a esta tecnología emergente.

El 30%: La apuesta por la innovación

Este segmento es para inversiones de mayor riesgo, donde el crecimiento exponencial es una posibilidad, pero también lo es la volatilidad. En IA, esto puede significar comprar acciones de startups que desarrollan modelos de lenguaje, aplicaciones especializadas o hardware avanzado para inteligencia artificial. También es posible invertir en empresas que trabajan con automatización y robótica impulsada por IA.

En blockchain, podría ser invertir en altcoins con aplicaciones específicas y prometedoras, como redes descentralizadas o plataformas DeFi. Algunas startups están desarrollando soluciones innovadoras en el ámbito de contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas que podrían generar altos retornos.

En computación cuántica, el 30% puede dirigirse a empresas emergentes que están desarrollando hardware cuántico, software específico para este tipo de tecnología o algoritmos diseñados para aprovechar el poder de la computación cuántica en sectores como la criptografía y la investigación científica.


¿Cómo aplicar la estrategia en la práctica?

  1. Investigación constante: La tecnología cambia rápido. Mantente informado sobre tendencias, avances y regulaciones. Suscribirse a newsletters de inversión y seguir a expertos en redes sociales puede ayudar a tomar decisiones fundamentadas.
  2. Diversificación inteligente: Asegúrate de que tu 70% esté bien distribuido y no dependa de una sola empresa o sector. Un portafolio equilibrado evita que una caída en un sector afecte drásticamente el rendimiento general.
  3. Rebalanceo periódico: Cada cierto tiempo, revisa si el 70/30 sigue alineado con tu tolerancia al riesgo y haz ajustes. En momentos de gran crecimiento en el sector de innovación, podrías trasladar parte de las ganancias al segmento seguro.
  4. Paciencia y disciplina: No te dejes llevar por el fomo (miedo a perderse algo). La clave está en pensar a largo plazo. Aunque una startup pueda parecer la próxima gran oportunidad, es fundamental analizar los fundamentos del negocio antes de invertir.
  5. Gestión del riesgo: En inversiones más arriesgadas, considera establecer puntos de salida para minimizar pérdidas y asegurar ganancias cuando las oportunidades se materialicen.

La estrategia 70/30 ofrece un enfoque estructurado para invertir en tecnologías emergentes sin jugar a la ruleta. Con un equilibrio entre estabilidad e innovación, puedes aprovechar el potencial del futuro sin perder la cabeza en el camino. Al aplicar esta estrategia con disciplina, investigación y gestión del riesgo, estarás mejor preparado para aprovechar el crecimiento de sectores tecnológicos innovadores.

Eso sí, si el 30% de riesgo te tiene en vela cada noche, recuerda que hasta el gato de Schrödinger tiene más certezas que algunas startups tecnológicas. Así que invierte con cabeza. Hasta la siguiente publicación!

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